Organizando las bolsas María sintió un escalofrío que recorría todo su cuerpo, el corazón se le aceleró, sintió una extraña presencia, con mucho miedo salió de la habitación y se dirigió al salón, y allí estaba, la mecedora se estaba balanceando, esa misma donde su tía pasaba las tardes viendo la televisión. Una brisa fría pasó a su lado y la mecedora dejó de balancearse, María salió de la casa, con la cara pálida y temblorosa, nunca le contó a nadie, pues pensó que nadie le creería, pero estaba convencida que la presencia era su tía.
✨Dakota©
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