A Noelia no le gustaban los pimientos, siempre los apartaba y se negaba a probarlos. Un día su madre pensó en contarle un cuento donde los protagonistas serían los pimientos a ver si así conseguía al menos que los probara.
Cuando llegó la noche y Noelia se iba a dormir su madre la arropó y le preguntó:
-¿Quieres que te cuente un cuento antes de dormir?
-Si mami... dijo Noelia.
-Había una vez una isla llamada Pimientolandia, donde sus habitantes son pimientos de todo tipo y sabores, el rojo era muy suave eran los poetas de la isla, el verde tenía un toque más amargo quizás por eso eran un poco gruñones, también vivían allí los amarillos con un carácter más dulzón, ellos eran los más simpáticos, luego también habían unos pequeñitos llamados jalapeños que picaban mucho, eran los más traviesos y bromistas de la isla. Todos ellos eran diferentes pero tenían algo en común que hacían más fuerte a quienes los comían, porque fortalecen el sistema inmunitario. Ellos estaban felices sabiendo que eran la compañía perfecta para guisos, ensaladas y muchas otras comidas.
Quienes comen pimientos viven mejor y más felices.
Y colorin colorado este cuento se ha acabado.
-Que divertido mami, la próxima vez probaré los pimientos para que no se pongan tristes.
-Muy bien cariño, ahora a dormir.
Dakota©️