Días después del funeral, María se armó de valor y cruzó al hogar silencioso de su tía. Quería poner en orden sus cosas, quizás donar su ropa, un gesto que sabía que a ella le habría gustado.
Mientras llenaba las bolsas, un escalofrío serpenteo por su espalda, erizando cada centímetro de su piel. El corazón galopaba en su pecho, y una sensación inquietante la rodeó. Salió del dormitorio apresuradamente, buscando refugio en el salón.
Entonces lo vio. La mecedora, aquella donde su tía pasaba las tardes viendo televisión, se balanceaba lentamente, crujía como si el denso aire la empujara. De repente una brisa helada rozó su rostro, y la mecedora se detuvo en seco.
María salió de la casa con el rostro pálido y el cuerpo tembloroso. Nunca se lo contó a nadie. Pensó que no le creerían. Pero en su corazón no había duda alguna: su tía había estado allí, una última vez.
Nota:Se que es difícil de creer para muchos, pero este micro está basado en algo que realmente me pasó.
Yo creo en las presencias del más allá, de otra dimensión o la energía que permanece de quienes ya no están físicamente y que se manifiestan como relatas.
ResponderEliminarBesos dulces.
Yo siempre he creido en ello, y de hecho me han pasado alguna que otra cosa que me han hecho creer más.
EliminarBesos Dulce caballero😘
Lo más espeluznante, es la nota final.
ResponderEliminarBesos.
Gracias Albert. Besos.
EliminarYo te creo. Además, tampoco tenemos todas las respuestas a todas las preguntas.
ResponderEliminarHola Cabro, eso mismo pienso yo.
EliminarAbrazo 🤗
Hola, Dakota, madre mía, si está basado en algo real, uuffff, da más miedo todavía... Muy bien narrado, por cierto, la tipografía empleada me encanta, no sé si es la misma de siempre y no me había fijado hasta ahora, pero está muy bien.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Hola Merche, si que fue una vivencia real, cuando vi moverse la mecedora, como si alguien estuviese balanceándose y pararse en seco, casi me da algo. La tipografía la vi entre las fuentes de Google y me gustó ese estilo en antiqua para este relato concreto.
EliminarUn abrazo 🤗
Pues si te creo, porque a mi me pasó algo muy parecido un par de veces en casa. Quizá cueste dar el paso al otro lado,... ya nos enteraremos.
ResponderEliminarPues al final parece que no soy la única en haber tenido estas experiencias, me ha gustado saber que también os ha pasado a algunos... me quedo con lo que dices al final, igual cuesta ese paso.
EliminarUn abrazo Javier!
¡¡¡Mari, Mari!!! Lo he vivido yo niña, lo sigo viviendo y de manera casi constante. Para mí es un inmenso regalo, una bendición, una caricia, millones de esperanzas, los abrazos desde ese otro plano que está aquí, al ladito de nuestra mano, aunque no lo toquemos más que con nuestra conciencia. Precioso tu relato, y más por lo que conlleva. Te dejo un abrazo emocionado. 🌹😊🌹
ResponderEliminarGracias Maty, en mi caso la primera vez que me pasó fue de adolescente, al poco de fallecer mi padre, una noche me pareció ver su silueta en la puerta, recuerdo que se me aceleró el pulso, pero luego dudé si habría sido un sueño. Otro abrazo para ti🌹
EliminarMe han entrado escalofríos a mi también.
ResponderEliminarCreo que estas vivencias son más comunes de lo que creemos .
Un beso, Dakota y buen fin de semana.
Creo que si Carmen. Besos y buen fin de semana también para ti🌹
EliminarBuenas Dakota!
ResponderEliminarMucha gente dice que no cree en estas cosas, pero lo cierto es que todos hemos vivido alguna experiencia extraña que no sabemos muy bien como explicar, y por mucho que le encontremos una cierta lógica, se quedan ahí flotando sin encajar del todo. Yo creo que aunque sea un poquito, todos creemos.
Yo creo del todo vamos, aunque no tengo evidencias seguras, y espero que nunca una mecedora ni nada parecido me lo deje tan claro.
Tu historia me ha encantado. Me encanta tu lado paranormal. A ver si le das caña y nos deleitas con personajes...del otro lado..
Un abrazo con los pelos de punta
Hola finil, estoy de acuerdo contigo, quien más quien menos, en alguna ocasión ha vivido algún caso de estos, aunque miren a otro lado y no lo digan.
EliminarYo también creo del todo, que algo hay, quizás hayamos personas más predispuestas a lo paranormal, no sé. Pero desde luego creo.
Un abrazo grande desde el más acá 🤣
Qué buena historia, Dakota. Te creo completamente, porque a lo largo de mi vida he tenido experiencias y sueños que me han hecho sentir que hay algo más allá. Algunos dirán que es muy subjetivo, pero esa sensación que queda es muy fuerte y, en mi opinión, hay que escucharla. Lo tuyo además, tiene una parte más objetiva, que es esa mecedora que se mueve sola.
ResponderEliminarMil gracias por esta entrada. Situaciones como estas les suceden a más personas de lo que se cree, aunque todavía existe cierta reserva a la hora de hablar de ellas.
Un abrazo enorme 🤗
Gracias Beatriz, la historia adorna esa realidad que me puso los pelos de punta, jajaja.
EliminarCreo que algunos somos más propensos a sentir estas, llamémoslo, situaciones extrañas. Y a veces por muchas explicaciones que quieras darle, no las encuentras.
Un abrazo grande 🤗
Me surge un pregunta enseguida ¿Y María volvió por allí una vez más?
ResponderEliminarMe ha encantado la intriga que se va desarrollando y la sorpresa final con el movimiento de la mecedora. Saber que está basado en algo que en verdad ocurrió me hace recordar algún caso similar que viví hace tiempo.
Te felicito por esta historia, Dakota.
Hola Marcos. Volvió, aunque después de un tiempo, jaja.
EliminarConcretamente me pasó a mi.
Gracias Marcos.
Mari, qué micro tan sencillo y a la vez tan estremecedor. A veces los relatos más breves son los que más nos pellizcan, porque no necesitan adornos para tocar algo muy profundo. Con el tuyo se sienten escalofríos, literalmente.
ResponderEliminarYo sí lo creo. A veces no hacen falta pruebas ni explicaciones cuando el corazón tiene la certeza de que ciertas presencias son tan reales como el recuerdo que dejaron. Con el tiempo ocurren ciertas cosas que no se pueden explicar. A mí también. Pero he conciliado eso con mi vida diaria. No hay que explicarlo ni entenderlo todo.
¡Un fuerte abrazo, compi!
Hola Miguel, en este caso, es un micro anécdota, jaja, por eso tampoco está muy explayado, tan solo un poco adornado.
EliminarTambién me han pasado varias cosas, alguna llegué a pensar que había sido un sueño, y a día de hoy no podría asegurarlo. Pero esta en concreto si que fue muy real.
Un abrazo grande para ti.
Yo sí me lo creo.
ResponderEliminarSAludos.
Gracias Manuela.
EliminarSaludos.