miércoles, 23 de octubre de 2024

Mil almas

El Diablo se quedó un momento mirándome en silencio. "Entonces" - dijo -, "mil almas". Era el precio que tenía que pagarle a cambio de ver cumplido mi deseo.

Asesiné a hombres y mujeres, sin importarme en absoluto si eran jóvenes o viejos y vendí mi espada a todos los ejércitos en todas las guerras sin importarme nunca contra quién luchaba. Mil almas le debía al Diablo y mil almas le entregaría.

Pero no me di cuenta de que los años pasaban, de que el precio era demasiado alto, de que cumplir con mi deuda me estaba llevando toda la vida. De que jamás vería cumplido mi deseo.

Y ahora, en la última batalla, frente al último enemigo, levanto mi espada pero no asesto el golpe. Novecientas noventa y nueve almas le entregué al Diablo. Y ahora la mía, que ya era suya, no será la número mil.

Autor: Darth Maul ©



domingo, 20 de octubre de 2024

Convivir con Lewy

Hay situaciones que nos atropellan, enfermedades que se enmascaran con otras y algo en tu interior te dice que hay algo más pero a la vez hay un deseo de que no sea así. Enfermedades que ni los médicos terminan de ver con certeza pero para quien observa a diario no pasa desapercibido, y tras esas caídas que parecen por la edad, o esas manías, cambios de carácter repentinos, pequeños olvidos, hay algo más.
Llega el momento de acudir a un especialista, y tus peores temores se confirman, empieza el largo camino hacia el diagnóstico, donde cada vez aparecen más síntomas, donde cada vez se hace más difícil tanto emocionalmente como físicamente.
Pero así el la vida uno no elige las situaciones que le tocan vivir, toca agarrar el toro por los cuernos y sobre todo cuidar a quien un día lo dio todo por ti.
El señor Lewy no estaba invitado, pero se instaló de ocupa en nuestras vidas y lo ha cambiado todo.

A rasgos generales, la demencia con cuerpos de Lewy es una enfermedad neurodegenerativa caracterizada por la acumulación de unos depósitos de proteína (llamados cuerpos de Lewy) en las zonas cerebrales encargadas del pensamiento, la memoria y el movimiento, produciendo una serie de cambios cognitivos y físicos en la vida de quienes la padecen.

Es el tipo de demencia que padece mi madre.

Dakota©️



lunes, 7 de octubre de 2024

Si tu no estás aquí

Desde el blog Alianzara nos proponen escribir a partir de un título, he elegido la canción de Rosana "Si tu no estás aquí", para ver las bases pinchar aquí.


Todavía recuerdo tu marcha y no me acostumbro a tu ausencia, miro tu lado de la cama, tú vacío me invade. Navego entre recuerdos y de nada me sirve estar rodeada de gente, nadie me quita está sensación de soledad, solo tú sabías llenar mi corazón de los sentimientos más puros.

Me pregunto por qué sigo queriéndote si ya no estás aquí; sin embargo cada una de tus caricias siguen tatuadas en mi piel, y la calidez de tus labios sobre los míos en cada beso que nos dimos. Se me hace tan duro seguir adelante.

Cuando llega la noche un halo de oscuridad me envuelve, cuando mis sentimientos hacia ti se avivan más y me es imposible dormir. Solo puedo soñar con que tal vez un día volverás y seremos dos corazones en un solo latir... en el silencio de la amarga madrugada todavía escucho el tuyo.

Eres el dueño de mi corazón y le cuento a mi almohada cuanto te echo de menos, esperando salir de este infierno que me llena de sabor amargo. Y mis lágrimas me dicen una vez más que no deseo estar sin ti.

Dakota©

jueves, 19 de septiembre de 2024

Testimonio de un gato (Relatos de jueves)

Marramiauu, mi nombre es Luki y no siempre fui un gato casero. Nací en una parcela de campo, dentro de un desván de herramientas, allí mi madre acomodó un rincón para nosotros, ella tenía un hogar pero allí no querían más gatos, por lo que se vio obligada a que naciésemos fuera de ese hogar, mis hermanos y yo éramos gatitos callejeros. Mamá venía cada día a darnos de comer hasta que llegó el día de la despedida, ese día nos dijo que teníamos que valernos por nosotros mismos y buscar un hogar. Nos quedamos los tres en aquél desván. A la mañana siguiente cuando desperté mis hermanos no estaban allí, los llamé una y otra vez, miauu, miauuu, pero nadie contestó a la llamada.

Entonces fue cuando al otro lado de aquél desván escuché su voz... - miss misss, gatito... 
Era una chica, sentí miedo, no sabía si podía confiar en ella, así que decidí permanecer escondido y en silencio. Para mi sorpresa, la chica me dejó comida y agua, esperé a que se fuera y entonces salí a comer, la verdad que estaba hambriento, mmm, recuerdo que estaba muy rica. Me asomé y vi una gran parcela, comprobé que estaba solo y decidí salir a explorar, miauu. 

Pasaban los días y la chica me dejaba cada día comida y agua, una voz interior me decía que no era mala. Al día siguiente la chica volvió y decidí asomar la cabecita, ella me miró fijamente, yo aún temblaba de miedo... - no temas, no voy a hacerte daño(me dijo) y me tendió su mano. Aún con dudas me acerqué y ella comenzó a acariciar mi cabeza, yo le correspondí pasando sobre sus piernas, rruuu. Entonces ella se volvió a dirigir a mi:
- Si quieres puedes venir a casa, vivo sola, así nos haremos compañía, te llamaré Luki, yo me llamo Noelia.
Miauuu, en ese momento encontré un hogar, y sigo feliz viviendo con Noelia, envejeciendo junto a ella.

Marramiauuu, esta es mi historia.

Dakota©


Este relato pertenece a la convocatoria que nos hace Mónica desde su blog Neogéminis. Para leer el resto de relatos que participan pinchar aquí.