Durante el día acudimos al trabajo, la atención del hogar con todo lo que conlleva, en mi caso también cuido de mi madre por su demencia, vamos que durante el día me es casi imposible encontrar ese momento tan nuestro, siempre corriendo, siempre con estrés, deseando que llegue la noche, porque ahí amigos míos está mi momento zen.
Por eso me convertí en un ser de la noche, todavía no soy vampira ni le chupo la sangre a nadie pero quien sabe, todo se andará.
Hace tiempo que me acompaña una cita que suele ser mi presentación tanto en red social como aquí en el mundo del blog, es la siguiente, "un buen libro, música de fondo y un café".
Cuando llega la noche y todos duermen en casa a mí me gusta dedicar un rato a leer, sea por los blog o un libro, me pongo los auriculares y escucho música, otras veces aprovecho ese momento para crear algún artículo para el blog y en todos esos casos la música siempre me acompaña, me relaja y me ayuda a dormir al desconectar.
La noche es tan inspiradora, silencio, calma, las ideas empiezan a brotar, escuchas tu propia respiración, los latidos de tu corazón, te relajas y todo en tu mente empieza a fluir.
Noches de blues
Despeche Mode - Waiting for the Night