Laura no se consideraba especial. Cuando se miraba en el espejo veía a una mujer de rostro cansado y marcado por el paso del tiempo. Cada día, cuando el resto del mundo dormía, Laura ya estaba en pie. Trabajaba en una fabrica de envasado de alimentos rodeada del ruido de la maquinaria. Sus manos, aunque desgastadas se movian con una gran precision. Esas mismas manos que tiempo atrás acunaron a sus hijos cuando eran pequeños, ahora eran el futuro para ellos.
Tras la dura jornada de trabajo llegaba a casa, dedicaba la tarde a hacer la compra, jugar con sus hijos y ayudarles con las tareas del colegio. Cuando llegaba la noche el aroma a guiso envolvía la cocina. A la hora de acostarse Laura les contaba a sus hijos cuentos que se inventaba, donde los héroes siempre ganaban a los villanos.
Nunca se quejaba del cansancio ni de las dificultades, procuraba que sus hijos sintieran que siempre estaría ahí para ellos y aunque a veces se dormía entre lágrimas silenciosas, al día siguiente se levantaba con la misma determinación, dispuesta a luchar un día más por su familia.
Pasa el tiempo, sus hijos ya son adultos y recordarán el sacrificio de su madre para darles un buen porvenir, unos estudios y entenderán lo que fue para ellos, una luz capaz de alumbrar cualquier momento de oscuridad. Porque Laura, aunque no lo sabía era especial. Su poder y su fuerza residía en su corazón y para sus hijos ella era la mayor heroína.
Dakota©️
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Hola Dakota, me gustó mucho tu historia pues el mundo está lleno de Lauras que luchan día a día por sus hijos, su familia, ellas son esas heroínas anónimas que ofrecen todo para lograr un futuro mejor, me encantó.
ResponderEliminarUn abrazo.
PATRICIA F.
Hola Patricia, muchas gracias, pienso que uno de los mayores homenajes es a las madres que lo dan o damos todo por los nuestros.
EliminarBesos!!
Boa noite, Dakota, muito interessante história aqui nos traz. De facto, há muitas Lauras um pouco por todo o mundo, que lutam diariamente pelo bem estar dos seus filhos.
ResponderEliminarGostei muito.
Abraço.
Mário Margaride
Hola Mario, muchas gracias por tus palabras, las madres son unas grandes luchadoras.
EliminarUn abrazo!
Que bellísima historia Dakota. Me parece estar viendo el retrato de nuestras madres en su época. Siempre lavando, trabajando, pendientes de la casa y de sus hijos y sin que ni una sola queja saliera de su boca. Todo un amor de madre dedicadas a sus familias. Son el gran ejemplo de una época bastante dura.
ResponderEliminarGracias por sumarte a la convocatoria. Olvidaste el enlace, pero ya lo puse yo. Un abrazo
Hola Nuria, creo que las mujeres somos grandes luchadoras. Y las madres merecemos un homenaje, por las que eran, somos y serán.
EliminarVaya despiste, jaja, gracias por ponerlo.
Un abrazo!!
Un acertado reflejo de esas madres abnegadas que dan todo por su familia hasta el punto de postergar sus ilusiones. Heroínas sin duda alguna.
ResponderEliminarBesos dulces Dakota.
Gracias Dulce caballero, las madres lo damos todo por los nuestros.
EliminarBesos dulces para ti!!
Es una ley de vida, por suerte hay muchas lauras.
ResponderEliminarBesos.
Cierto Alfred, mu has gracias.
EliminarBesos!
Has dejado una preciosa muestra de las madres, cuantas Lauras hay todavía abnegadas al bienestar de sus hijos, de la familia.
ResponderEliminarEllas son efectivamente heroínas, no hace falta guerras para serlo, la vida cotidiana es la jungla donde hay mujeres muchas, que han dejado su vida por los demás.
Por todas ellas, se merecen todos los honores del mundo. Un besazo Dakota.
Así es Campi, coincido contigo. Muchos besos!
EliminarUna historia preciosa, Dakota. Las madres siempre serán heroínas, cualquier gesta, por pequeña que sea, en realidad es grandiosa. Gracias a ellas, a todas, somos quienes somos.
ResponderEliminarMe he gustado mucho.
Un abrazo.
Gracias Irene, el amor de madre es el más incondicional, y merecen su homenaje.
EliminarUn abrazo!
" Mayor heroina," que lujo que así la llamen a una! Muy buen relato. Un abrazo
ResponderEliminarHola Mónica, creo que lo merecemos, sentirnos así de vez en cuando.
EliminarUn abrazo!
Tu relato me hace pregunta como es posible que alguien logre tanto, con tanto esfuerzo y tanta dedicación.
ResponderEliminarLaura tuvo reconocimiento.
Un abrazo.
Hola Demi, a veces se hacen maravarismos, en la agenda diaria no queda ni un hueco, es un gran esfuerzo diario que no siempre se reconoce.
EliminarUn abrazo!
Laura, una mujer aparentemente ordinaria que, a través de su sacrificio y dedicación, se revela como una figura extraordinaria para sus hijos. El tema central es la heroicidad silenciosa de las madres trabajadoras, aquellas que enfrentan la rutina y las dificultades sin alardear, convirtiendo su esfuerzo en un legado de amor y fortaleza. Este mensaje se resume bellamente en el cierre: "Su poder y su fuerza residía en su corazón y para sus hijos ella era la mayor heroína". Es un homenaje a la resiliencia y al amor incondicional.
ResponderEliminarTu escrito refleja una humanidad reconocible. Los actos de Laura (trabajar en la fábrica, cuidar a sus hijos, inventar cuentos) construyen su carácter sin necesidad de grandes discursos. Me parece admirable cómo usas detalles concretos, como "el aroma a guiso" o "manos desgastadas" que "se movían con gran precisión", para darle profundidad y autenticidad.
Felicidades. Te invito a pasarte por mi blog.
Hola Marcos, a veces cuesta llegar a todo, pero lidiamos con ello poniendo mucho esfuerzo, creo que las madres y me voy a incluir, que trabajamos dentro y fuera de casa, nos da gusto que nos reconozcan ese esfuerzo y determinación.
EliminarUn abrazo!!
Las mujeres como Laura son el motor del mundo.
ResponderEliminarTrabajan más que los hombres y lo hacen sin apenas quejarse.
Sacrificadas como nadie, cuidan de la familia hasta su último día.
Mi aplauso para ellas.
Besos
Gracias Toro, es un gran sacrificio. Aplaudo tu reconocimiento.
EliminarBesos!!
Las madres todas somos, y me meto, CORAZÓN pero guiado por un sexto sentido que lo completa y de la primera a la última se merecen un respeto porque ellas llevan todo para adelante a pesar de los patriarcas.pero tiene su costo.
ResponderEliminarEstoy contigo Tracy y yo también me incluyo, como madre trabajadora.
EliminarUn abrazo!
El trabajo en fabricas..... es una de las pesadillas mas terribles que le puede pasar a persona alguna....
ResponderEliminarsi una madre debe recurrir a ello..... mis respetos totales.
es un mundo muy duro.....propenso a generar enfermedades ocupacionales, desgaste de articulaciones y la monotonia destruye toda creatividad.....
esperemo la madre pueda superar ese escollo, porque se ve todo lo hace por sus hijos.
Gracias Jose, mi madre trabajó en fábrica de conservas y era un trabajo duro, además enviudo joven y bueno que te voy a contar ha sido toda una luchadora.
EliminarUn abrazo!!
Olá, querida Dakota!
ResponderEliminarQuando lembro dos rotineiros trabalhos das mães, o dia a dia pesado em favor dos seus filhos ainda indefesos, fico lembrando do meu passado, de tantas lutas.
Seu texto está muito sensível, gostei muito.
Tenha dias abençoados!
Beijinhos fraternos
Hola Roselia, es el pasado de muchas mujeres y el presente también.
EliminarBesos para ti!
Qué maravilla de relato, Dakota, una mujer así es verdaderamente una heroína, el orgullo absoluto de sus hijos, su mayor logro!
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Milena, en este relato veo a mi madre, ha luchado tanto por los suyos.
EliminarUn abrazo!
La lucha del día a día y cada vicisitud a la que enfrentarse para sacar a delante a los hijos y al hogar; y ese amor incondicional de una madre que será referente por su inconmensurable corazón.
ResponderEliminarMuy bello homenaje, querida amiga.
Siempre un placer leerte.
Abrazo grande 💙
Hola Ginebra, la verdad que además de las reivindicaciones, llevamos nuestra lucha diaria.
EliminarBesos guapa💛
Boa noite amiga Dakota
ResponderEliminarMuito obrigado, pela visita e gentil comentário no meu cantinho que muito apreciei.
Deixo os meus votos de uma boa fim de semana, e FELIZ DIA INTERNACIONAL DA MULHER!
Beijinhos.
Mário Margaride
http://poesiaaquiesta.blogspot.com
https://soltaastuaspalavras.blogspot.com
Gracias Mario, agradezco también tu visita. Un abrazo!
EliminarHermoso relato destacando la labor abnegada y silenciosa de las madres como motor de la sociedad. Entiendo que no le adjudicamos suficientemente lo meritorio de esa dedicación, de esa entrega incondicional.Una sociedad sin Lauras, no sería posible. No debe ser nada fácil compaginar el propio crecimiento personal más allá del ámbito familiar, con ser el pilar fundamental del hogar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Pepe, es lo que quería transmitir, el gran sacrificio que hacen o hacemos, me incluyo las madres.
EliminarUn abrazo!
Hola Dakota.
ResponderEliminarUn relato estupendo. Realmente toda mujer puede verse reflejada en tu Laura, pues representa muy bien todo el esfuerzo y sacrificios que nuestras madres hacen o hicieron por nosotros.
Un abrazo fuerte.
Hola Necco, casi todas las mujeres somos Laura, las de ahora y las de antes, trabajadoras fuera del hogar y atendiendo todo lo que conlleva la casa y los hijos.
EliminarUn fuerte abrazo para ti!!
No todo debía ser rebeldía, había una cuota de realidad que valía la pena vivir, que no dependía de otros o de la boca de otros mi vida. Creo que es agradable escuchar historias de lucha más que reclamos vacíos.
ResponderEliminarGustab la lucha es diaria, no queda otra.
EliminarNo es fácil lo que hace aunque lo parezca No es fácil pero lo hace sin esperar un reconocimiento o un premio por algo que la ha tocado hacer Un abrazo
ResponderEliminarHola Rodolfo, efectivamente no es tan fácil y es también una lucha diaria.
EliminarUn abrazo!
Hola
ResponderEliminarBonito relato
Saludos
Gracias Carlos, saludos!
EliminarAsí son la mayoría de las madres, tal como tú tan bien las presentas. Gracias por visitar mi blog y comentar. Un saludo
ResponderEliminarAsí las veo, así somos, gracias Chelo, tienes un blog muy bonito. Un saludo!
EliminarHola, Dakota
ResponderEliminarHace unos meses decidí que aquellos post con imágenes generadas por IA-G no iba a leerlos, sino que dejaría un comentario por defecto.
Un abrazo
Hola Dafne, tus razones tendrás y las respeto.
EliminarUn abrazo!