Gracias por acompañarme

Traductor

lunes, 10 de marzo de 2025

Trazos de una herida

Ilustracion de Danny O'Connor
Aquella cicatriz 
era testigo de su fortaleza. 
Su piel había sanado, 
pero... ¿y su alma?
Sus dedos seguían el trazo 
de aquella herida 
que le hacía viajar 
a recuerdos amargos.
Cayó en las fauces 
de un ser despreciable 
y aquella cicatriz
le recordaba un lugar 
al que nunca volvería, 
lleno de promesas 
incumplidas.
Esa cicatriz estaba llena 
de nuevas perspectivas.
La llevaría consigo 
como un tatuaje 
imborrable.
En cada trazo había 
una historia de supervivencia, 
una historia 
que nunca olvidaría.

Dakota©️
Marcas de Ayer ~ Adriana Mezzadri

Estas Letras Nómadas son mi aportación al reto de marzo "Trazos", propuesto por Ginebra en su blog Serendipia. Puedes leer más trazos pinchando AQUÍ o en el título del blog.

22 comentarios:

  1. La cicatrices, las que se ven y las que no, siempre cuentan una historia y son trazos de vida. No conocía la canción, muy bonita y bonita voz.

    Más besos dulces Dakota.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Dulce, es cierto, cada cicatriz cuenta su propia historia.
      Besos Dulce caballero!!

      Eliminar
  2. ¡Qué potente, Dakota! La cicatriz como un tatuaje imborrable, no solo en la piel, sino en la memoria y el alma… Me ha encantado cómo transmites esa dualidad entre el dolor del pasado y la fortaleza que queda después. Es un recordatorio de que las heridas pueden convertirse en marcas de supervivencia, en señales de que seguimos aquí, más fuertes.

    Hermoso y con una carga emocional que se queda resonando. ¡Gracias por compartirlo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Tarkion, pienso que toda cicatriz tiene dos mensajes, el de recordar y el de fortalecer.
      Gracias por tu visita y comentario, un abrazo!!

      Eliminar
  3. Hola, Dakota, hay cicatrices que hablan por sí solas. Están las cicatrices de la piel y las cicatrices del alma o del corazón. Todas dejan enseñanzas y, como en tu poema, la valentía de superar esas heridas, tirar hacia delante más fuerte y con más ganas. Muy bello.
    Un abrazo. :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Merche, coincido contigo, todas tienen historias y mensajes.
      Muchas gracias y un abrazo!

      Eliminar
  4. La piel a veces es un libro abierto que relata una historia de dolor.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si, y cada cicatriz tiene su historia, sea para bien o para mal. Un abrazo Cabronidas!!

      Eliminar
  5. Tu poema me habla de la profundidad de las cicatrices, no solo en la piel, sino en el alma. Me conmueve cómo la cicatriz, símbolo del dolor y la lucha, se convierte también en un recordatorio de fortaleza. Los versos transmiten la sensación de haber pasado por una experiencia amarga, pero a la vez revelan la capacidad de aprender y encontrar nuevas perspectivas en ese sufrimiento. Me identifico con esa imagen de la cicatriz como un tatuaje imborrable, una marca que llevamos siempre, pero que al final nos enseña algo sobre nuestra propia resistencia. Cada trazo en esa cicatriz tiene una historia, una historia de supervivencia que nos define.
    Me encantó. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Nuria, es justo lo que quería transmitir, lo que recuerdan viajando al pasado y la fortaleza de haber superado una mala situación.
      Un abrazo y gracias!

      Eliminar
  6. Hay trazos en la vida que dejan una huella imborrable, son esas líneas que surcan nuestro cuerpo, y otras que las guardamos en nuestra más profunda alma en ese rincón donde no queremos verlas, pero ahí están como emblema de lo vivido.
    Un poema que refleja parte de la vida de cada uno, nuestras lineas hechas tatuajes.
    Un besote, feliz martes🙋😘

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Campirela, cada cicatriz se siente, cuenta su historia y las veamos o no están ahí siempre alertandonos.
      Besos guapa 😘

      Eliminar
  7. Qué bonito lo has resuelto, Dakota.
    Has trazado ese camino de heridas que cicatrizan pero que dejan una huella indeleble, a la vez que nos otorgan la fuerza para resurgir y dibujar nuevos trazos que conformarán el lienzo de nuestra vida.

    Muy bello y revelador, preciosa.
    Muchísimas gracias.

    Un abrazo grande 💙

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Ginebra, gracias a ti, es un tema muy inspirador, quien más o quien menos llevamos cicatrices en el cuerpo y en el alma.
      Un beso guapa💛

      Eliminar
  8. Muy bonito el poema, Dakota. Todos estamos hechos de cicatrices, que suelen aumentar a medida que vas cumpliendo años. Van unidas inevitablemente a la vida, y nos matan en algunos momentos, pero también nos pueden hacer más fuertes. Sabes aquello de "el mismo suelo que te hace caer, es el que te ayudará a levantarte". Un abrazo 🤗

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Beatriz, coincido contigo y esa frase final es muy cierta, a menudo lo que nos mata también nos hace más fuertes.
      Un abrazo🤗

      Eliminar
  9. Presentas la cicatriz como un símbolo de fortaleza y la transformas en un emblema de supervivencia y memoria. “Sus dedos seguían el trazo” o “cayó en las fauces” apelan al tacto y a lo visceral, haciendo la experiencia palpable.
    El uso de puntos suspensivos (“pero... ¿y su alma?”) y la disposición en versos cortos generan suspense y énfasis, invitando a la reflexión.
    La cicatriz representa una herida física cerrada pero un alma aún marcada, explorando la dualidad entre cuerpo y espíritu.
    Los recuerdos amargos están grabados en la piel, pero también son un recordatorio de lo superado.
    El simbolismo es claro: la cicatriz es tanto una carga (recuerdos amargos) como un trofeo (nuevas perspectivas), un “tatuaje” que no se borra pero que se lleva con orgullo.
    Lo que más disfruté fue el giro hacia la esperanza en las últimas estrofas. Podría haber caído en la autocompasión, pero elige elevarse con “nuevas perspectivas” y “supervivencia”, lo que le da profundidad y evita que sea solo un lamento.
    Enhorabuena Dakota.








    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Marcos, muchas gracias, en las cicatrices hay una dualidad, al igual que aunque en la piel sane, igual en el alma no tanto. Lo que no nos mata del todo nos hace más fuertes y además nos da una nueva perspectiva para afrontar la vida.
      Un abrazo!

      Eliminar
  10. Repetiré mi comentario, algo sucedió.

    Dakota, estoy ahora mismo conmovida profundamente por este poema y el aderezo que nos has regalado, como son la imagen y la música, que calan en lo hondo. Hay un inmenso dolor al que es imposible no reaccionar. Casi he sentido pasar mis dedos por esas líneas de la cicatriz. La cicatriz del alma siempre quedará, sin duda. No por regodearse en el dolor, sino porque queda para siempre. Te mando un abrazo. 🤗🌹

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Maty, muchas gracias, fue algo que me salió con el corazón en la mano, escribir y sentir cada palabra. Las cicatrices nos enseñan.
      Un abrazo!

      Eliminar
  11. Olá, querida amiga Dakota!
    O vídeo escolhido eu aprecio muito ouvir. É lindo!
    Seu poema retrata uma dor indelével, sei bem como são dores do tipo.
    Talvez, todos tenhamos cicatrizes em traços... no âmbito emocional, psicológico e quiçá físico... Uma realidade poética retratada por você que não se pode negar.
    Foi um prazer ler seu post muito bem preparado.
    Tenha dias abençoados!
    Beijinhos fraternos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Roselia, toda cicatriz nos enseña, me alegra que te haya gustado el post en su conjunto.
      Un beso !

      Eliminar

Sobre mí

Sobre mí
Hola, soy Dakota, la creadora de este rinconcito que nació en marzo de 2.021, un lugar creado con ilusión y ganas de compartir. Sobre mi, me gusta la música, sobre todo el rock en todas sus variantes, leer poesía, también los libros de misterio, esas historias que enganchan y no puedes dejar de leer, mi lema en esta vida, "vive y deja vivir". Me gusta escribir microrrelatos por el simple hecho de aprender. Mi momento Zen favorito, un libro, música de fondo y un café.